CASO Y LA CUEVA DEVOYU

Me desperté con los rayos del sol que pasaban a través de los furacos de la persiana, me encanta levantarme así, por fin el sol. Una cita para ir a la aventura. Pregunta: -“a ver, elije, n, o, s, e”, -“pues S “, nos vamos al Sur.
A la postre fué al sureste por que el coche se dirigió a la zona de Campo de Caso. Una parada en Sobrescobio y su zona del pantano, donde se puede leer en una escultura que sus habitantes compraron sus tierras en subasta pública en 1556. Antes de entrar en el túnel justo antes de llegar a caso, sale a la derecha una carretera bordeándolo que ponía algo de una cueva, la sorpresa fué llegar a una especie de área recreativa, sombría pero con encanto, donde el Nalón volvía a asomarse después de desaparecer a través de la base de una montaña. Unos metros mas adelante se encuentra “La Cueva Devoyu”, una parrilla donde al final hubo que quedarse a comer.
Ya en caso no íbamos a dejar de comprar un "Casín" en la misma quesería, convertida ahora en un núcleo de turismo rural, elaboración del famoso queso, hotel y guía turístico, una fantástica a mí entender, idea de negocio.
Después de un café y de buscar más opciones para la pitanza decidimos continuar en dirección a Tarna. Soto y Balerda, dos bonitos pueblos donde hay la posibilidad de alquilar una casa rural. Parada en Bezanes con el radar de pitanzas en marcha, había una especie de mesón muy guapo por fuera, pero que no nos convenció. La Foz, precioso pueblo a la vera del río, donde había una tasca llamada agapito que estaba cerrada, al lado de un puente para cruzar al pueblo, con una especie de merendero pegado al río. Imaginé una tarde de verano con los amigos, parrilla, alcoholes varios….., y a alguno entrando a beber de cabeza.
Llegamos al final, Pendones, un pueblo encantador, de cuento, aún conservaba la nieve caduca de días atrás y donde el río parecía tener prisa por desembocar en el Nalón.
Cuando uno va sin teléfonos, sin referencias, una de las opciones es preguntar a los del lugar. Nos dijeron que había un bar pequeño (Casa Juanin 985613725) pero que si no teníamos reserva sería imposible. Lo intentamos y no hubo suerte. Caza, picadillo, fabas…, en apenas 6 mesas, donde la decoración (por decir algo) se ancló en mitad de los 50. Cuando nos alejábamos sentíamos que ese era el sitio donde comer.
Nos recomendaban subir a Tarna pero eran 15 km de carretera de montaña y volver otra vez, con lo que a nuestro pesar fuimos al primer sitio que habíamos visto.
La Cueva Devoyu (985608156), parrilla pequeña, para apenas 30 personas, propiedad de la familia de Anabel Santiago, revisionista del cantar asturiano, como se veía en múltiples fotos con famosos de postín, por cierto, sin ningúna coherencia. Garzón, Tini y Manu Chao..., compartían sin pudor una de sus paredes.
La comida no estuvo mal, bastante normalita, cumplió su función de llenar el estómago. Media de costillas (6€), ensalada mixta (6€) con la despreciable lechuga iceberg, Lacón a la brasa (9€) y morcilla (3,50), con cafés, 1 botella grande de agua y una tarta de queso , total: 33.80 €.
No hay pescado en la carta, los vinos (en todos los que vimos fue igual) cartas cortas y sin variedad. Destacaban unas pizzas bastante grandes y con muy buena pinta a 16 €.
Antes de bajar a la cueva del río me acordaba de casa juanin, algún día saldré de dudas.